¿Estamos atentos a cómo respiramos o damos por sentada la respiración al igual que el latido del corazón?
La respiración es nutrición. Sin embargo, muy a menudo descuidamos la importancia de una respiración profunda como elemento indispensable no solo para la supervivencia sino que para mantener nuestra salud y el bienestar psicofísico.
Como se discutió en los últimos posts (ver y ver), lo que comemos es solo una parte de la ecuación de la salud y el bienestar: las formas de alimentación son muchas, aunque muchas de ellas no son reconocidas como tales y por lo tanto, descuidadas.
La respiración (el proceso finalizado al intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el medio ambiente y la sangre) es sin duda una forma de nutrición fundamental ya que el oxígeno es la primera de las necesidades fisiológicas del organismo (seguida por la necesidad de beber, alimentarnos, descansar). La respiración y la alimentación son procesos estrechamente entrelazados. El aparato respiratorio obtiene oxígeno del aire para oxidar los nutrientes obtenidos de la comida mediante el aparato digestivo y así conseguir la energía necesaria para vivir. El oxígeno pasará de los alveolos pulmonares a la sangre y de la sangre a las células, las cuales lo utilizarán en los procesos metabólicos de la respiración celular.
A pesar de su vital importancia, tenemos la respiración muy descuidada en nuestra atareada vida. Lo de respirar plenamente para oxigenar adecuadamente el cuerpo y así conseguir el máximo de energía de los alimentos, el equilibrio y la salud corporal y emocional….no parece ser una prioridad.
¿Estamos atentos a cómo respiramos o damos por sentada la respiración al igual que el latido del corazón?
Por lo general la respiración más frecuente entre los adultos de nuestra frenética sociedad del “hacer-hacer-hacer” es superficial y conlleva la inspiración de una cantidad de aire suboptimal. Generalmente se trata de una respiración clavicular o como mucho torácica, o sea que al inhalar tendemos a expandir el torax y las clavículas, pero no abdominal (el diafragma no se contrae lo suficiente para llegar a inflar hasta el abdomen).
Si observamos a un bebé respirar veremos que todo su cuerpo respira, desde la cabeza a los pies ya que de pequeños usamos tanto la respiración torácica como la abdominal. Es un organismo completo que respira.
¿Qué le pasa a nuestra respiración al crecer?
A cada estado físico y emocional corresponde un patrón respiratorio.
El patrón respiratorio relacionado a los estados de estrés, ansiedad, nerviosismo o otros malestares físicos o emocionales es superficial, arrítmico e infrecuente. “Cortar la respiración” (es decir respirar menos profundamente) es una reacción involuntaria para evitar de sentir plenamente, para silenciar el dolor que, en su 100%, puede ser abrumador y arrastrarnos por los oleajes de las sensaciones o de las emociones.
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Imaginemos de estar cruzando la calle y el coche más cercano al paso de zebra no da ninguna señal de frenar frente al semáforo rojo: si pudiéramos fijarnos en nuestra forma de respirar en esta situación de peligro repentino, nos daríamos cuenta de que se nos “corta” la respiración. Y en el momento en que, afortunadamente realizamos que se pudo evitar el accidente y que estamos a salvo, muy probablemente nos saldrá automáticamente un gran suspiro para retomar aire.
Respirar no solo es (sobre)vivir..tambien es sentir. Es ser.
Chequear nuestro patrón respiratorio nos proporciona muchísima información sobre nosotr@s mismos y nuestro momento vital actual. Nos ayuda a darnos cuenta de si en vez que atajar el estrés…el estrés nos ataja a nosotros (y a nuestro diafragma :/). Nos invita a reflexionar de si nos estamos nutriendo y oxigenando lo suficiente o si estamos viviendo plenamente, “a pecho abierto” o no alcanzamos aceptar lo que hay en nuestra vida en cada momento.
Tanto en los procesos individuales de Coaching Nutricional como en los programas de Mindful Eating ponemos un foco especial de atención y consciencia hacia la respiración. Sin querer forzar nada, tratamos de hacerla consciente a través de momentos de auto-observación y de aprender de lo que nuestro patrón respiratorio más frecuente nos cuenta. Incluso podemos tratar de entrenar conscientemente nuestra forma de respirar, no para cambiar nuestros estados si no que para aprender a quietar la mente y dejar en las manos del piloto automático un aspecto tan importante de nuestra vida y nuestro bienestar.
Contactarme para hablar sobre como puedo acompañarte en reconocer y transformar tu nutrición respiratoria. El cuidado de sí por supuesto que debería incluirla!
Tips sobre beneficios de la respiración abdominal o diafragmática
- Promueve la oxigenación sanguínea
- Promueve la relajación
- Lleva gran cantidad de oxígeno a los pulmones, garantizando mejor ventilación, captación de oxígeno, y limpieza de los pulmones con la exhalación.
- Ayuda al tránsito intestina
- Estimula el movimiento del corazón y ayuda a mejorar la circulación.
¡Gracias por leerme y compatir!
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