Reflujo gastroesofágico

La enfermedad por reflujo gastroesofágico es una patología crónica, recurrente y progresiva y la alimentación  juega un papel crucial en el tratamiento de los síntomas.

En cada una de las extremidades del esófago hay un esfínter (es decir una válvula muscular) que permite el paso de lo que se traga e impide que vuelva atrás. En el desarrollo del reflujo gastroesofágico principalmente se observa una alterada motilidad gastroesofágica y una mayor frecuencia de relajaciones transitorias del esfínter esofágico inferior (o cardias) que permite el consecuente reflujo de los jugos gástricos en el esófago y acidificación del mismo.

Las causas del trastorno no se conocen del todo, pero el estrés, la obesidad y el consumo excesivo de alcohol y café pueden contribuir a ello.

De hecho, la patología tiene una alta prevalencia en los países occidentales. Las estadísticas oficiales sugieren que aproximadamente un 10% -20% de la población occidental experimenta síntomas de reflujo,  lo que lo convierte en uno de las enfermedades gastrointestinales más comunes.

Por supuesto la enfermedad se asocia con disminución de la calidad de vida relacionada con los síntomas y numerosas complicaciones tanto a nivel esofágico (por ejemplo, úlcera esofágica, cáncer de esófago, enfermedad de Barrett) como no esofágico (p. ej. problemas respiratorios, dolor de pecho, angina). Además el daño a la mucosa causado por el reflujo gástrico hace que el reflujo gastroesofágico  ocasionalmente muestre síntomas similares a la dispepsia funcional y al síndrome del intestino irritable.

Existen en comercios varios medicamentos para la enfermedad por reflujo gastroesofágico que funcionan de diferente manera (antiácidos, bloqueadores H2, inhibidores de la bomba de protones, procinéticos, entre otros). En muchos casos se necesita una combinación de ellos para controlar la sintomatología de forma más estable. Aún así, los fármacos que se utilizan actualmente son eficaces en los síntomas del reflujo, pero solo mientras se administren, ya que no modifican la barrera del reflujo.

El peso pesa

Más allá de las recomendaciones que se enumeran a continuación, es importante esforzarse por mantener un peso saludable a lo largo de su vida, ya que varios metanálisis han demostrado una asociación positiva entre el aumento del índice de masa corporal y la enfermedad por reflujo gastroesofágico. El exceso de grasa abdominal provoca una presión intraabdominal más alta de lo normal. La presencia de una presión intraabdominal más alta de lo normal tiende a afectar la estructura y el funcionamiento del estómago, en particular el cardias; este último, de hecho, se debilita desde el punto de vista muscular, volviéndose menos eficaz para contener los jugos gástricos en el estómago, que, en este punto, asciende más fácilmente al esófago.

La alimentación que cura

Aunque la alimentación no parece ser el principal factor implicado en la etiogenesis de la patología,  se conoce que ciertos nutrientes o alimentos aumentan la frecuencia de los síntomas del reflujo gastroesofágico, por lo que les recomendable limitarlos al menos por un tiempo para valorar si son responsables o no de empeorar las molestias.

QUÉ COMER

Recuerda: existe una cierta variabilidad individual debido a que ciertos alimentos contraindicados para algunos podrían ser bien tolerados por otros, y viceversa. Por tanto, y respetando a la individualidad de cada uno, escucha tu cuerpo evitando alimentos y bebidas a los que atribuyas episodios ​​de indigestión/ardores. Si estás en una fase aguda de gastritis y reflujo, mejor seguir cuidadosamente los consejos dietéticos dados a continuación. Cuando haya pasado la fase aguda y desaparezcan los síntomas, amplía gradualmente la dieta experimentando con la ingesta de pequeñas cantidades de otros alimentos.

Limitar/excluir:

  1. El alcohol. La cerveza, el vino y destilados inducen el reflujo gastroesofágico, principalmente en la primera hora después de la ingesta.
  2. Alimentos ricos en grasas (p. ej. frituras, carnes rojas grasas, pescado graso – salmón-, quesos grasos, frutos secos (demasiado ricos en grasas y proteínas), exceso de aceite, salsas – mayonesa etc.). Requieren mucho tiempo de digestión y así permanecen en el estómago durante mucho tiempo à gran producción de jugos gástricos y reducción del tono muscular del cardias à la ingesta de grasas aumenta la percepción de los síntomas del reflujo
  3. “Alimentos” o condimentos irritantes que aumentan la exposición del esófago inferior al ácido:
  • Bebidas a base de cafeína (por lo tanto, café y té – al menos en ayuna-),
  • Chocolate, menta, tomates crudos /gazpacho/salmorejo/jugo de tomate, pimiento
  • Hierbas aromáticas (menta) y especias picantes (especialmente pimienta, pimentón, ajo, guindilla, nuez moscada) o mezclas que las contengan como chile, curry, etc.
  • Vinagre
  • Fruta ácida – cítricos, (limones, mandarinas, naranjas, cedro), piña, grosellas, granada…
  • Conservas: saladas, en aceite, ahumadas, encurtidos, salmueras etc.
  • Bebidas gaseosas

La leche, al ser un alimento alcalino, tiene un efecto positivo inmediato ya que su basicidad contrarresta la acidez del contenido gástrico. Sin embargo, especialmente la leche entera, sin embargo, también es rica en grasas y proteínas que aumentan la acidez gástrica y ralentizan el vaciado del estómago. Por tanto, tiene un efecto beneficioso de forma inmediata pero, sobre todo si se excede en las cantidades, tras el alivio inicial puede provocar una rápida reaparición de los síntomas.

Preferir:

  • Verduras frescas, por su reducido contenido en grasas y azúcares à su digestión no requiere una producción considerable de jugos gástricos.
  • Frutas bajas en ácido cítrico, como melones, peras, manzanas, plátanos y bayas, porque mantienen la acidez del estómago dentro de valores aceptables.
  • Cereales integrales bajos en grasa y BIO. La gran cantidad de fibra en los cereales integrales absorbe los jugos gástricos del estómago, lo que hace menos probable el reflujo gastroesofágico.
  • Alimentos magros y ricos en proteínas (como carnes blancas, huevos – sobre todo la clara, la mayoría de pescados, mariscos, etc.) porque, a diferencia de los alimentos grasos, son más fáciles de digerir, dan como resultado una menor producción de jugo gástrico y aumentan el tono muscular del cardias.
  • Beber más agua y especialmente agua alcalina: la saliva y los líquidos protegen los músculos del esófago de los jugos gástricos.   El agua alcalina es un tipo particular de agua que se caracteriza por un pH superior a 7,0. La mayor parte del agua embotellada tiene un pH alcalino, aunque puede haber grandes diferencias entre estas en cuanto al residuo fijo y el tipo de minerales que contiene. El agua alcalina por excelencia es el agua ionizada, que se depura y procesa gracias a un dispositivo llamado ionizador.

La ingesta de grasas aumenta la percepción de los síntomas del reflujo. La ingesta habitual de café y chocolate induce el reflujo gastroesofágico y aumenta la exposición del esófago inferior al ácido. Los alimentos picantes pueden provocar acidez estomacal, pero se desconoce el mecanismo exacto. La cerveza y el vino inducen el reflujo gastroesofágico, principalmente en la primera hora después de la ingesta. Para otros alimentos, como los alimentos fritos o las bebidas carbonatadas, los datos sobre el reflujo gastroesofágico son escasos.

Fibra dietética: ¿sí o no?

La fibra dietética es uno de los nutrientes suplementados para modificar la dieta habitual en pacientes con reflujo gastroesofágico. Una ingesta baja de fibra dietética ya está asociada a una disminución de la motilidad del estómago y del intestino, un período de evacuación del contenido gástrico prolongado, una sobre-distensión gástrica y un aumentado riesgo de formación de hernia de hiato, factores que interfieren negativamente con las barreras anti-reflujo. Una aumentada presión y una disminuida motilidad intragástrica también son factores de riesgo establecidos de reflujo gastroesofágico.

El beneficioso efecto de la fibra dietética sobre la motilidad esofágica en sujetos con reflujo también estaría mediado por su capacidad de unirse al óxido nítrico contenido en los alimentos y disminuir su influencia negativa sobre la presión del esfínter esofágico inferior. Además se demostró que ciertas tipologías de fibras dietéticas no solo pueden modular la tasa de vaciamiento gástrico sino también disminuyen la acidez gástrica, reduciendo el número de episodios de reflujos gastroesofágicos y su capacidad dañina

Aunque escasa, hasta la actualidad hay evidencia directa sobre la influencia beneficiosa de la fibra dietética en el reflujo gastroesofágico. Un estudio publicado en 2018 por World J Gastroenterol de hecho confirmó el efecto positivo de una suplementación de fibra dietética en respecto a la frecuencia de episodios de reflujo gastroesofágico, acidez esofágica, presión del esfínter esofágico inferior, y otras manifestaciones clínicas de tipo no erosivo en sujetos con una ingesta inicial  de fibra dietética baja.

Aloe vera

El aloe vera (A. vera) es una planta medicinal con amplias aplicaciones en la industria farmacéutica tanto para uso sistémico y trastornos dermatológicos. Se ha demostrado que el gel de A. vera posee varias propiedades farmacológicas que incluyen acciones antioxidantes, antiinflamatorias, analgésicas, propiedades antiproliferativas y antidiabéticas. Además,  también se ha demostrado su efecto antiulceroso, lenitivo y cicatrizante para la curación de heridas, y efectos antimicrobianos, todos aspectos que pueden ser relevantes para el tratamiento del reflujo gastroesofágico y sus comorbilidades. Sin embargo, a pesar de estos prometedores mecanismos de acción y hallazgos positivos en estudios preclínicos de reflujo y úlceras pépticas las evaluaciones clínicas de las potencialidades del gel de A. vera como tratamiento para el reflujo gastroesofagico han sido escasas. Quizás el único ensayo que hasta ahora tuvo como objetivo explorar la clínica eficacia del jarabe de A. vera en comparación con el eficacia de los tratamientos estándar de omeprazol y ranitidina en pacientes que sufren de síntomas de reflujo se remonta a 2015. Los resultados de este estudio piloto indicaron que el jarabe de A. vera*****[1] proporciona un tratamiento seguro y eficaz para reducir la frecuencia de síntomas de reflujo gastroesofágico. Por tanto, debería sugerirse la toma de A. vera como un suplemento eficaz en pacientes que lo padecen. Aun así, todavía se necesitan más estudios para investigar el impacto de dosis más altas de A. vera, y también para explorar la eficacia del tratamiento de A. vera para reducir complicaciones asociadas al reflujo en el largo plazo, como la enfermedad de Barrett, estenosis esofágica, esofagitis erosiva y carcinoma de esófago.

COMO COMER

  • Comer despacio

Articulos correlados:

  • Comer en posición vertical y permanecer en esa posición durante al menos 45-60 minutos, incluso después de comer
  • Comer lejos de la hora del descanso nocturno. Datos consistentes mostran que dejar pasar un intervalo corto de tiempo entre la comida y el sueño favorece los episodios de reflujo, por lo que algunos autores recomiendan que la cena sea al menos cuatro horas antes de acostarse. Dicho esto, descansar con la cabeza levantada de la cama entre 15 y 20 centímetros puede también ayudar a reducir los sintomas
  • Hacer comidas pequeñas y frecuentes
  • Antes y durante la comida chequear la satisfacción de las hambres sensoriales y aprender a discernir plenitud/satisfacción
  • Masticar bien y conscientemente. Si la masticación es sub-funcional 1) cuesta más la digestión, 2) no se activan las señales de saciedad y cuesta reconocer cuándo es el momento de parar de comer ya que el estómago está lleno, 3) no se invitan los sentidos a disfrutar 100%
  • Intentar dejar de lado pensamientos insistentes o ocupaciones (móvil, etc..). Bajo estrés la digestión se bloquea (mecanismo de defensa evolutivamente antiguo)
  • Métodos sobrios de cocción y preparación de alimentos. Las cocciones preferentes deben ser aquellas más sencillas y que conservan la calidad nutricional de los alimentos: cocción al vapor, a bajas temperaturas (slow cooker), hervido, escalfado, asado al horno, papillote (envuelto en papel de aluminio o en recipientes especiales). Es aconsejable limitar frituras, rebozados, estofados y guisos preparados con grasa animal y condimentos demasiado fuertes a una ingesta esporádica y en cantidades modestas, sobre todo con alimentos rebozados en huevo y harinas 0. Si se cocinan o preparan inadecuadamente, incluso los alimentos indicados para quienes padecen reflujo gastroesofágico pueden ser nocivos y hacer que el contenido de ácido del estómago aumente en el esófago.

Doctora en Alimentación y Salud

Life Coach especializada en Alimentación y Estilo de vida

Facilitadora de Procesos de Mindful Eating

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Lecturas recomendadas:

  • Diet and gastroesophageal reflux disease: role in pathogenesis and management.Sethi S, Richter JE.Curr Opin Gastroenterol. 2017 Mar;33(2):107-111. doi: 10.1097/MOG.0000000000000337.
  • Food and Gastroesophageal Reflux Disease.Surdea-Blaga T, Negrutiu DE, Palage M, Dumitrascu DL.Curr Med Chem. 2019;26(19):3497-3511. doi: 10.2174/0929867324666170515123807.
  • The role of lifestyle changes in gastroesophageal reflux diseases treatment.Dağlı Ü, Kalkan İH.Turk J Gastroenterol. 2017 Dec;28(Suppl 1):S33-S37. doi: 10.5152/tjg.2017.10
  • Fiber-enriched diet helps to control symptoms and improves esophageal motility in patients with non-erosive gastroesophagealrefluxdisease.Morozov S, Isakov V, Konovalova M.World J Gastroenterol. 2018 Jun 7;24(21):2291-2299. doi: 10.3748/wjg.v24.i21.2291.
  • Efficacy and safety of Aloe vera syrup for the treatment of gastroesophageal reflux disease: a pilot randomized positive-controlled trial. Panahi et al.  Tradit Chin Med. 2015 Dec;35(6):632-6.
  • A Comparison of Alkaline Water and Mediterranean Diet vs Proton Pump Inhibition for Treatment of Laryngopharyngeal Reflux. Craig H. Zalvan, et al. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. 2017 Oct; 143(10): 1023–1029.

 

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